Muchas veces escuchamos hablar de danzas NATIVAS y danzas TRADICIONALES como si fueran sinónimos. No lo son. Si bien las definiciones que daré a continuación no son tan lineales ya que pueden diferir levemente según qué investigador se cite como fuente, el concepto es en general bastante claro y bien definido.
Se llaman DANZAS NATIVAS a aquellos bailes que fueron creados en nuestro país. Esto es muy fácil de determinar en el caso de algunas danzas pero en otras su origen desconocido o incierto dificulta la tarea. Entre los estudiosos del folklore se conviene también en aceptar la definición propuesta por el Prof. P. Berrutti que establece como NATIVAS a aquellas que se originaron en nuestros ámbitos folklóricos y a las que, aunque de origen extranjero, tuvieron gran difusión en nuestro territorio, se "acriollaron" tanto en su música como en su coreografía y de las cuales podríamos decir que son argentinas por adopción.
Sin embargo es preciso aclarar que las DANZAS TRADICIONALES son aquellas que han llegado hasta nuestros días y que fueron transmitidas entre generaciones. Podemos citar como ejemplo a la Polca, que siendo una danza de origen foráneo, aún se practica en algunas regiones. Es decir que la polca NO ES UNA DANZA NATIVA, pero sí es una DANZA TRADICIONAL. Por lo tanto una danza tradicional no es necesariamente nativa, y no todas las danzas nativas son tradicionales (algunas desaparecieron hace tiempo y no han sido transmitidas generacionalmente). Aquí nace la necesidad de identificar lo que llamamos folklore histórico, vivo y naciente, sobre lo cual me ocuparé en un próximo artículo.
Si bien esta taxonomía requiere una mayor profundización, creo que con estos breves conceptos estamos en condiciones de comprender la diferencia que existe entre ambas categorías.
Danzas NATIVAS son el huayno, el bailecito, el carnavalito, incluso el tango, porque nacieron en nuestro país y a su vez son tradicionales porque llegaron hasta nosotros gracias a la transmisión oral de generaciones anteriores. Danzas tradicionales son la Jota Cordobesa, el Minué, el Remedio y la Zamba (por citar sólo algunas) porque fueron transmitidas generacionalmente, independientemente de su origen.